La amistad,
No hay mejor amistad que la que da Dios, pero aquí en la Tierra podemos encontrar también muy buenos amigos, la familia, amigos para siempre, un refugio donde obtener calor, corazones abiertos dispuestos a ayudar en todo momento, también es importante tener amigos fuera de la familia que puedan ayudarnos, echándonos una mano en tiempos difícil y compartiendo nuestras alegrías, que muchas veces es mejor que tratar con los suyos, ¡pero mucho cuidado! Amigos uno entre mil como dicen las sagradas escrituras, si lo encuentras ponlo a prueba, un buen amigo siempre reirá y llorara con tigo, aun en las lejanías caminara cerca de ti, con oraciones con mensajes optimistas, y ofreciendo siempre su apoyo incondicional.
La amistad es un don de Dios, por supuesto si mantenemos una amistad verdadera con Jesús, el nos sostendrá, nos aliviara de las penas y conducirá a lugares maravillosos, Jesús es nuestro amigo y no tenemos que poderlo a prueba, el nos ha mostrado la prueba más grande muriendo por nosotros en la Cruz, si quieres que sea tu amigo comienza obsequiándole tu corazón, tus tristezas, alegrías y miedos en las transformara en gozo y paz.
Si Jesús te ha regalado un amigo terrenal, cuídalo, amalo con sinceridad, ora por él o ella, obséquiale algo de vez en cuando, que por pequeño que sea, será algo grandioso para él o ella, un verdadero amigo es un puente para alcanzar cosas inimaginables, porque te levantara en momentos oscuros, te animara, te sostendrá en los tropiezos y has de saber que en toda buena amistad es el mismo Dios manifestándose a través de este gran don, juntos podrán llegar muy lejos, derribaran obstáculos, cumplirán metas, por lo tanto se ayudaran a mantenerse en los brazos del Padre Celestial, alcanzando así la gloria eterna.
Maynor Ballesteros
Misioneros de Cristo