miércoles, 29 de diciembre de 2010

Misión, Misión.


Ahora más que nunca urgen operarios para esta gran mies, pocos son los que quieren dedicarse al servicio de la evangelización, y varios de estos pocos permaneces con una fe en decline, son tiempos difíciles, la oscuridad que está a nuestro alrededor nos quita el aliento ofreciéndonos una felicidad pasajera y así nos aparta de la gracia de Dios.



Por semanas hemos evangelizado en las montañas de Honduras y ni estos lugares donde prevalecía la gracia se salvan de la cultura de la muerte, drogas, prostitución, alcohol, internet, televisión, celulares, etc. Nuestros corazones se llenan de tristezas al ver como muchos inocentes crecen en una dirección a la perdición, pero no es fácil adentrarse en sus corazones, porque la mayor parte de las cosas que nos rodea nos distraen y nos arrebatan lo aprendido, esto debe ser u motivo para animarnos a permanecer en oración y procurar cada día ser mejores testigos de Cristo, porque con el testimonio y la oración podemos arrancar todo mal y así salir victoriosos todos juntos en camino a la salvación.

lunes, 27 de diciembre de 2010

El tiempo va de prisa.



El tiempo va deprisa sin verlo pasar, nuestro cuerpo y mente va envejeciendo y solo Dios y yo sabemos cómo estoy en la preparación para partir de este mundo, ¿qué he hecho para servir a Dios? Y desde luego si lo he hecho, ¿Cómo? Y ¿Por qué? Cabe la pregunta también ¿Qué estoy haciendo concretamente para buscar el reino de Dios?


Debo saber que mis errores pasados tienen que ver mucho en mi presente, pero si vivo en amor y en una constancia en la oración todo eso que me atrapaba quedara en el pasado y así podre emprender libre de ataduras el camino hacia el Padre.


Toda mala acción tiene una consecuencia, tanto para mí como para los que me rodean.


Toda buena acción tiene un premio y esto hará que mi vida brille y contagie con este don a todos los demás, debo de luchar sin parar para buscar las cosas de arriba, debo de insistir como dice san Pablo a tiempo y a destiempo, arriesgándome a darlo todo viviendo en radicalismo sin igual, para mostrar que Cristo vive en mí, haciendo su obra salvífica utilizándome para que otros lleguen hasta donde El permanece en espera, para concedernos lo que nos hizo ganar con su muerte en la Cruz, el Reino de Dios.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Evangelizar, tarea dura


Evangelización, tarea dura de realizar, pero un mandato celestial, como bautizados en Cristo no podemos decir no a esta tarea que se nos ha encomendado, ¿Cuánto por hacer? ¿Cuánto por cambiar? Ciertamente este cambio debe de comenzar por nosotros, por mí, por los que hemos sido escogidos para llevar esta santa Palabra de Dios, palabra que nos conduce a la salvación.


Los errores en nosotros no es cosa fácil de ver, necesitamos amigos, hermanos, que nos ayuden a crecer para que nuestra predicación impacte más a los corazones que arden por escuchar, saborear y hacer suyas las palabras del señor.


Somos mensajeros de paz, si, con muchos defectos pero con ganas de hacer la diferencia en un mundo donde a Dios se le ha excluido, en donde lo santo que es su nombre simplemente lo han dejado en el pasado, y hasta como un tabú, donde parece que en nuestro medio ya no se permite mencionar su bendito nombre.


Con todos estos retos debemos de buscar ser misioneros verdaderos, en donde nuestro centro sea Cristo Jesús y nadie más que él, que tengamos el valor de llevarlo a todos los sedientos sin importar dónde ni con quien estemos, incluyendo lo que tengamos que afrontar, esto es lo que nos va a distinguir de ser una persona cualquiera y repitiendo como San Pablo, vivo en el mundo pero no soy de él.


No nos cansemos de doblar las rodillas ni de implorar el auxilio del señor, que será el único que nos llenara de un gozo verdadero y esto hará en nosotros unos modelos para quienes nos escuchen y vean, y así, el mensaje de Cristo será proclamado, enseñado con todo nuestro Ser.